miércoles, 9 de noviembre de 2011

Paréntesis de superficialidad


Denme chance, queridos tres lectores. No sé si ya mencioné esto antes pero recuerdo habérselo dicho, y reiterado, a todas mis espías, incluida mi santa madre, en las últimas semanas. Odio, del verbo odiar, ser pobre. Lo aborrezco!! Odio ser guapa pero pobre. Odio ser genial, divertida, conocedora de los mejores lugares para comer en NY, y ser pobre. Odio tener estilo pero ser pobre y tener que devolver mi precioso vestido de 60 dólares a falta de solvencia -moral y- económica. Sí, ya sé que quién me manda comprar eso, pero me lo compré como festejo a una oferta de trabajo que tengo... el cual ahora empezará hasta diciembre si bien me va y sino, enero!! Más alimento a mis quejas contra mi pobreza.

Entonces odio ser pobre y no poder cumplir con cada uno de mis berrinches y extravagancias.
Pero como me gusta fantasear con todo lo que tendré cuando vuelva a ser una exitosa potentada, porque lo volveré a ser de eso pueden estar seguros, les comparto mis muy básicas necesidades y neto me estoy controlando: varios pares de zapatos tipo Williamsburgh, nuevas cremas Origins (porque ya están muriendo las mías) y nuevo maquillaje Mac (porque ya está muriendo el mío), nuevas botas vs la lluvia, nuevo abrigo, nueva chaqueta Uniqlo, nuevos lentes Ray-Ban, bolsa marca L, más ropa, más accesorios básicos para invierno, espejito, manicure-pedicure, nueva funda para edredón (hay que variar), nuevos perfumes!! La lista se hace cada vez más larga. No he añadido lo que no es básico y sólo encanto y amor por las cosas lindas, de buen gusto, a los vestidos amarillos de Anthropologie, o los relojes, o todas las tiendas que esta preciosa y cerda capitalista ciudad muestra más y más.

Dios mío, ¿por qué me hiciste tan superficial, linda y "talentless"? Soy como una aristócrata que perdió cetro y corona. Yo que solía ser tan potentada, ahora sólo soy guapa y soltera. Lo bueno es que la soberbia no la pierdo, qué pasaría si además de pobre, me vuelvo humilde? Sí, son estos días que ni la corrupción ni los asesinatos por el narco ni la caída del puto de Berlusconi, me interesan/afectan tanto como tener $18 dólares en mi cuenta. No poder ir de compras, o gastar por ahí en un sandwich de $15 dólares en Katz que tanto se me antoja, pues nadie le puede decir no al buen pastrami. Mis mayores pecados? Que me guste la buena comida, y las buenas cocktailes.

Entonces pensaré en una de mis heroínas favoritas, Emma Bovary. Angel caído, n veces más pasguata que yo, superficial y boba, quien prefirió lo material, la emoción de un rato, la adrenalina de la felicidad fast track sobre una vida llena de integridad, ética, virtud. Sí, Emma es genial, hay que aprender mucho sobre ella. Ay pero me vale un comino mi superficialidad! Primero muerta que sencilla! No, mientras pueda seguir luciendo lo que aún se me ve bien, seguiré siendo feliz. Y aún puedo vestir mis preciosos vestidos españoles comprados en las mejores tiendas en México (no zara, otras mejores) [y éso cuando me quedan], mis joyas hermosísimas que me hubiera ahorrado unos trescientos baros pero no, en aquella época valoré más esa inversión que mi actual pobreza extrema, ponerme buen maquillaje, buenas cremas, oler delicioso, sacar mis bolsas hermosas pagadas por el ifight, ponerme las mejores botas de unos 200 baros adquiridas last winter gracias a Conacyt. Ay sí, aún doy el gatazo, lo cual considero mi mejor gol en New York.

Para colmo de males hoy hablé con mi papá por varios largos minutos. ¿Mi tirada? pues meter por ahí el tema urgente de pasarme algunos dólares para ser más feliz de lo que ya soy. Pues no, como el papá es muy precavido no mencionó ni chequera, ni regalo de cumpleaños, ni nada mas que un suerte mijita. Suerte mijita, suerte mijita,... mi jeta es la que necesita suerte!

Hablando en serio yo sé cómo resolver mis problemas pero necesitaba quejarme, mi siempre favorito pasatiempos. Es ahora que estoy en la queja, la pobreza, la extrema concentración para sacar mis proyectos y me pague la transparencia, que no me queda más que releer a Madame Bovary, ir al gym (que ya pagué por adelantado), comer comida que ya compré, pasear y ser invitada por mis amigos, y recordar las palabras de mi guapísima ex jefa Natasha: Nilbia tú tienes porte, estilo, madurez y educación. Pobre, aún así se la compro... no esperen, pobre ella? y yo con qué dinero se la compro? Osea, entonces le creeré que tengo todas esas características morales.

Vaya, menos mal!! Ya sería el mega colmo ser pobre hasta en eso! tantos años en las mejores escuelas y en las mejores ciudades viendo pasar gente con estilo y porte.

3 comentarios:

Trendy dijo...

Otra vez me remito a Yuri: siempre vendrás tiempos mejores: http://www.youtube.com/watch?v=M99zUAnq0Bk

Anónimo dijo...

cinco si se me cuenta, pero bueno todos necesitamos aveces un abrazo y que nos digan que todo estará bien, xD sino quejarse es una buena salida xD! y valla que ayuda, AMEN.
saluditos
Gary

Anónimo dijo...

Gary apareció de nuevo! Jajaja! Nena, antes muerta que sencilla... así que a seguir bailando! Te quiero, Ttt