Bueno, a mi edad al menos puedo decir que sé muchas cosas de mi. Sé por ejemplo qué ropa saca lo mejor de mi. Sé también cómo hacerle creer a los demás que ellos son los que tienen la iniciativa. Sé usar mis juguetes de la forma más satisfactoria, y sé qué alcohol tomar y cuál no pagar. Sé usar mi poder sexual sobre los hombres qué incorrectamente quieren conmigo. Sé cómo jugar a la pendeja pero sabiendo que no soy ninguna pendeja, ese papel se lo dejamos a las pusilánimes que sí navegan con bandera de mensas. Sé muchas cosas- Será que ya maduré? Los 31 años sí traen sabiduría.... Qué voy a madurar!!
Y sin embargo... no tengo ni idea de cómo tener las cosas que no tengo, y aún me pongo roja con ciertas situaciones. Una de ellas fue tener a mi abuelito en el teléfono mientras un hombre me estaba desnudando la noche de Nochebuena. Qué penísima. Eso no me puso roja, me puso roja cogerme al guey equivocado dado la cantidad de ron que había tomado sabiendo que él estaba ligando con otra dama, pero que si yo le pedía que viniera a mi cuarto, lo haría. Y lo hizo.
Lamentablemente no era el hombre de mis sueños.
Ése... ni me pela. Ni me da los buenos días, ése ni me determina, ése no me da nada, no me da señales, es un caballero conmigo pero ni ya sé por qué.... ése cuando me sonríe, me pongo roja/estúpida/con pedos para coordinar mis pies, mis manos, mi cerebro, mi boca, mis cachetes arden, mi sonrisa se amplía, todo se vuelve color de rosa y se ve se siente, mi inteligencia desciende al mismo infierno, y sube a flote mi estupidez. No sé en qué momento perdí en esa relación de poder. Aún recuerdo cuándo lo conocí, yo era quién ni lo miraba por más que me sonriera, fue hasta que lo escuché estornudar. Ahí fue cuando al decirle salud me fijé en sus ojos enormes.
Y ahora sufro porque siento que me enamoré rápidamente como una bestia, de él, de sus planes, de su voz, de su cara sexy y de su cerebro. Me reí el otro día de mi amiga Ethel quien dijo haber tenido un orgasmo intelectual con un fulano que le presentamos, pero más o menos es lo que yo tuve. Y ahora sufro porque él se fue a otro estado... Y me la he vivido diciendo eso a todos y todas. Sufro por un hombre divino que no me hace caso. Osea que me haya cancelado la última cita porque su sobrina nació y tenía que ir a verla es una gran justificación en mi muy humilde opinión.
Y vestida lindamente con mi vestido color vino tinto y mi cintita en la cabeza en el mero 23 de diciembre en el Lower East Side contándole a mi amiga Chirlie de él, y de pronto me volteo y me miré al espejo y nos atacamos de la risa- Igual pasó con la chica a quien le bajé el ligue, al día siguiente nos metimos a la misma cama y nos pusimos a hablar de esos chicos por los cuales sufrimos, y lloramos comiendo un vil Hersheys. Para eso necesitamos al clavo que saca al otro clavo, sólo por eso hacemos esas pendejadas. Por eso pasa nada si te coges al cuasiclavo de otra, porque estamos en el mismo patético y divertido rodeo.
Somos auténticamente patéticas pero ser patetic is the new black, qué no? La verdad estar en una posición como la mía es algo divertido. Es como ser la protagonista de la clásica he's not that into you sin los vestidos geniales y demás detalles de distinción de la pelí. Ya no es el mismo sufrimiento de hace unos años en mis veintitantos que me levantaba sin ganas, sin motivos, más que el estarse golpeando a si misma porque el tal individuo no te quería como tú a él. Éso sí sería motivo de terapia, lo mío es como... pues disfrutar la vida a pesar de que el hombre perfecto no te haga mucho caso, y cómo lo va a hacer? Si él va a salvar al mundo.... y yo pienso en términos de municipios, jajaja, no es cierto!
Ahora aunque siempre se tira tierra una a si misma, pues, lo hace con un poco de habilidad escénica. Ay si él me quisiera. Pero eso no nos detiene, por eso sigo guardando mi virginidad.
Chale, no es cierto, la volví a perder! Prometo no perderla en Chicago con el 2do enamorado de miiii, lo prometo! Siempre tendré a David Bowie, él nunca me dejará. Él y la nieve de este 26 de diciembre que hizo que se cancelaran más de 1400 vuelos en JFK entre ellos el de mi amiga Normi.