sin alarmas ni sorpresas

Queridos reyes magos,

Espero que para mi cumpleaños 31, en unos cuantos meses, me dejen tener un verano distinto, y sí, en una ciudad distinta, en NY donde está mi actual y temporal hogar. Me gustaría vivir ese triunvirato de meses en chinga o en una total pereza pero simplemente allá y experimentar la tal famosa, y cliché, experiencia de vida que nadie debería perderse quezque. Y a pesar de haber estado 3 meses en México y no en NY, me encantó. Soy muy positiva al respecto porque sin duda alguna y sonará très patétic, amo no sólo mi país de contrastes, pero el Distrito Federal. Es más, me siento orgullosa de decir que es mi ciudad y que eventualmente criaré a mis futuros insoportables hijos aquí en el DF (claro, irán al Liceo Franco Mexicano jaja). Entonces lo de NY tendría que ser una experiencia antropológica mis queridos reyes magos.

Punto número dos, no puedo creer que ya me vaya de vuelta! Y me voy en chinga y satisfecha pues vi a mis amigos, mis espías amadas y favoritas, platiqué con mucha gente con la que quería platicar, sufrí mis dramas, y conocí un poco de la madness que me dará cuando regrese a México. Además trabajé como burra, pero neto como burra y eso es toda una experiencia. Por ello me voy satisfecha, un poco más delgada de cuando llegué, con mucha felicidad por volver a ver a esa ciudad, a oler sus olores (ni modo) a ver a mis amigos y con una tranquilidad que únicamente tiene aquel que sabe ya qué le espera. No alarms no surprises diría Radiohead.