viernes, 4 de diciembre de 2009

Life without her: último balance

Las crisis traen cosas buenas al final. Esa es como la lección general y que todos dirán y andarán por la vida presumiendo. Yo también presumo con orgullo haber salido de mi crisis como una gran vencedora. Sin embargo, me gustó tragarme el cuento desde el inicio que dice que hay que cada quien debe disfrutar de su crisis. La crisis es una ola que te revuelca con el hocico por delante, te raspas, se te cae el bikini, obviamente pasas dicha vergüenza, y sales con la nariz roja o con mocos y los ojos llorosos, con el cabello (y todo lo demás) lleno de arena y como soy yo además, seguro me volví a caer por mis pies chuecos. La crisis te muestra quien eres, te da una cachetada, te baja a tu realidad, y ojalá todos la vivan. 

Este documento en Word sobre el que escribo este post es importante. Lo abrí originalmente en agosto del 2008 y escribí unas palabras sobre mí. Sobre quién pretendía ser en ese momento. Más de un año atrás. No voy a mentir, cada vez que lo veo, me caga, lo quiero borrar pero mi idiotez tecnológica no me deja saber cómo hacerlo. Y me molesta verlo ahí y recordar quién y mi cara de idiota de esa época. Sin embargo, es también hora de hacer la paz con esa pequeña mujer. Justo ahora que ya voy a cumplir año. No tiene sentido tratar de encontrar la causalidad a las cosas y fenómenos que no lo tienen, como el amor o como la transformación de alguien. 

Sólo sé que sigo hablando del tema porque 2009 ha sido uno de los mejores de mi vida. Lo pondría en el número 1. Me dio mucho, me dio un dolor que desconocía, junto con una gran gama de sentimientos nuevos, y luego me dio la luz. Y lucidez.

Creo que no he hecho suficientemente público cómo varias personas fueron todo para mí los días de mayor crisis. Hubieron 6 en particular que no me dejaron por días y estuvieron conmigo en los malos y mal humillantes momentos. Hugo e Iliana me adoptaron por días, me llevaron a comer, no me dejaron dormir durante el día para que pudiera hacerlo en la noche, me apapacharon, platicamos, fueron las personas más transparentes en sus sentimientos hacia mí. Iliana me cocinó, me abrazó todos los minutos necesarios, me obligó a recuperar el espacio que sentía perdido. Ella no necesita preguntarme, ella me lee los ojos y escucha mis sentimientos. Así como me compró pastillas naturales para dormir, siempre me ha murmurado la razón y si no llegué a odiar fue gracias a muchos de los canales que Iliana me ayudó a dilucidar. Hugo me hablaba en la madrugada si era necesario, y me abrió su corazón, y ya con eso. Nos queremos genuinamente. Mis papás no preguntaron absolutamente nada que yo no quisiera compartir, me dieron comida, y se portaron a la altura. El respeto de los padres hacia uno mismo es el máximo galardón. 

Camila fue la persona más cercana a mi a lo largo de mis últimos meses en México (los mejores) donde nos volvimos más que hermanas, nos volvimos cómplices, está de más decir lo mucho que rumiamos y lloramos juntas, nunca planeamos cambios internos pero llegamos a ellos al mismo tiempo. Tiene la facilidad e inteligencia de ser ella misma y cuando nos lanzamos a nadar juntas en esta crisis, lo hicimos liberándonos de todo y ambas llegamos a la lucidez. Paulina también se mudo a mi casa y juntas las 3 nos reecontramos con el mundo de la soltería, y con la sorpresa de volver a ese mundo con miedo y torpeza. Quien la conoce sabe que es una sweet and tender hooligan, y su locura es proporcional al cariño y ternura que es capaz de dar y que tiene a la superficie de su ser. Ella no le tiene miedo al contacto físico y me llegó a limpiar lágrimas con sus manos. Federico me venía a visitar y quizás fue él el primero en hablarme con la verdad, no sobre mi vida amorosa, sino sobre quién era. Me presentó los tacos atrás del IFAI donde sus dueños tenían el buen gusto de hacer tacos de longaniza adquirida en la Selva Negra. Federico, como buen caballero de fina estampa, me dijo mis verdades y habló de mis fantasmas y me recuerdo llorando sobre mis tacos de longaniza, pero ésos son los verdaderos amigos.

No los que te endulzan el oído, sino los que te recuerdan que las lágrimas son saladas.

Por eso reciclé este documento y se lo dedico a las personas que me ayudaron a salir de la chingada. La crisis de los 29 (mismos que viven sus últimos días) tiene pegada a ella sus nombres. En vez de odiar ese documento de 2008, mejor ya lo abrí, y escribí encima, como el borrón y cuenta nueva. Y ya, reciclado y transformado. Tal cómo lo hice conmigo misma. 

Y c'est fini al 100%. 

PD: todos los que lean esto (osea 2 y medio) y no encuentren su nombre, es lo de menos, cada uno sabe qué significa para mí. Prometo que es el último mail de cursilez, pero es que soy puro optimismo! Pero se me hace que tampoco es el último de la ridículez, luego viene el amor. 

3 comentarios:

Trendy dijo...

Nena, para mí fue una gran alegría compartir esos meses contigo, y en realidad fuiste un gran apoyo para salir de mi propia revolcada. Yo no diría que ya pasó mi crisis, o que ya llegué a la lucidez, tampoco creo que el 2009 haya sido el mejor año, pero creo que fue un estupendo ensayo para el 2010, que espero que sea no sòlo el mejor año, sino la mejor década: ahora si ya estamos listas para eso. Miles de abrazos.

Xavier dijo...

2010 será el mejor año!

Barbie dijo...

nena, q lindo post!! :) eres una chingona!! estoy muy orgullosa de toi y te quiero (requete) harto!!
y sí, el 2010 será EL año!!