miércoles, 9 de diciembre de 2009

Mujeres que aman demasiado

Buenos mis papás que solían quererse mucho en el pasado también solían escuchar a un romántico más. Un tal Julien Clerc, un francés nacido en la Algérie française. No sé si de fina estampa, pero era asombrosamente bello cuando quería. Prueba de lo anterior es una canción llamada “Le coeur trop grand pour moi”, es decir el corazón (requete) grande para él, que nos habla básicamente de un hombre enamorado de 2 mujeres al mismo tiempo.

El hombre dice que entre todas las diferencias entre ellas, sólo logra haber una semejanza, el amor confuso que siente por ambas. Y luego viene la frase que me mata por la desesperación en su tono de voz:

“vous êtes la tourmente de mon âme violente”

Ustedes son el tormento de mi alma violenta. He llorado escuchándolo, aquí no se notaría, pero sí. Al final el hombre decide marcharse porque no, simplemente no, su alma no puede vivir así.

El amor conmueve muchísimo y en ocasiones los relatos más banales son los más hermosos de escuchar, porque son los que tienen más granos de autenticidad y brotan felicidad o incluso una tristeza muy particular. Uno o lo envidia, o se ríe, o se emociona, o bueno cualquier cosa, pero logra sentir empatía. Al menos sonríes, y sí, a veces las grandes historias te hacen volver a creer en el amor…

Ahora, en ningún momento Julien parece cantar algo indigno, qué tiene pues querer tanto así como para llegar a necesitar a dos personas? Eso parece, es ordinario y más allá de la situación y del prejuicio que tengamos, la canción tiene clase.

Pero no todos los relatos de amor son así de engañosos, otros son absolutamente escasos de … personalidad.

El otro día mi espía (mi viejo, mi corresponsal en México) me comentó sobre una situación no parecida, pero que se relaciona con el amor. Resulta que se topó con una mujer de casi nuestra edad y estuvieron platicando de sus vidas. La susodicha se la vivía hablando de ella, en un soliloquio impulsado por orgullo y valentía. Ciegos, yo añadiría. Al parecer el papel de las mujeres con respecto a este macro mundo llamado “el amor” ha cambiado por nuestros parajes.

Ella se describió como un tipo de mujer que no habíamos percibido. Se trata de miembros del género que se autocalifican de “mujeres que aman demasiado”. De acuerdo con la información, son mujeres que se sienten vacías –mutiladas- sin un hombre a su lado o a su alrededor y que, de acuerdo con sus expedientes, siempre han tenido novio. La ecuación nos lleva a este resultado que la propia susodicha confirmó: sólo va a ser feliz si tiene con quien "compartir su vida". Ahora, sucede que estén solteras en alguna época pero esto tiene una justificación: están limpiando su corazón para eventualmente volver a amar.

¿Sí notan qué estoy diciendo? ¿Les está sonando el radar de prejuicios tanto como a mí? El mío explotó! Mujeres que al no estar con un hombre, se sienten incompletas, incapaces de ser felices y que al momento de estar solas, dicen que este transe es sólo el proceso previo a volver a entregarse por entero a un hombre. La transición necesaria para el amor. Necesitan una pieza que las complete y así entonces su vida es el medio para llegar al amor, y no un fin. 

Caray. Hace unos días pensé "¡qué asco!" pero ahora sólo puedo sentir un caray, y señalar que esto sí es nuevo, digo, hay chavas que se sienten incompletas sin una bolsa de Purificación García. Digo, yo quisiera ya darme mis 3 autoregalos de cumpleaños (botas Ugg, botas contra la lluvia verdes y blackberry), y quisiera que sucediera un milagro y alguien llevará mi ropa a la lavandería… Incluso leo noticias de México y sí me pega cómo anda el país, y luego me cago de la risa por chismes locales. Osea soy superficial, frívola, quisiera sólo dormir y me debería pero no me da pena. Entre los malos ratos de todos está el perder la dignidad en muchos momentos de su vida. Pero chicas del género… un hombre que te complete… que te sientas mutilada, que no te sientas tú, que estés limpiándote.

Esto ha rebasado todas mis expectativas negativas sobre el género. Esto no me produce nada de tristeza o coraje. Es como quedarte mirando las vías de cualquier estación de metro de NY...: logras reconocer pedazos de cosas pero no, ya no tienen importancia porque ya son basura. 

Solemos platicar mucho mis amigas y yo sobre el tipo de mujeres que queremos ser. Hemos despreciado muchos clichés y patrones y no nos sentimos atraídas por muchas cosas que vemos o leemos, y a veces nos sentimos salvadas por no ser como muchas más. Hemos perdido incontrolables veces la dignidad, la mesura, el orgullo, el buen gusto… pero pos todo eso resultó ser como nuestra guapurez a los 30, se va recuperando. 

Las historias de amor más placenteras son aquéllas que nadie logra definir del todo. Como las mujeres que queremos ser, no lo sabemos a ciencia cierta. Hay que ir viendo con el tiempo qué queremos y más sencillo aún, que no queremos ser. Gracias por ayudarnos a añadir un elemento de certidumbre porque si de algo estoy segura este mes de diciembre del 2009, es que jamás, jamás me querré auto definir como una mujer que ama demasiado. Amar demasiado tiene un límite y se llama amor propio.

7 comentarios:

Gary dijo...

"Amar demasiado tiene un límite y se llama amor propio."
Ja, ja ja ja, es por mucho lo mas, sensato que he oido ultimamente.
En todo caso, de tantos buenos tags, que pusiste, lo encontre por el que menos imaginas, " me cago de la risa " y pues no pude resistir leerlo jajajajaja, no imagino que tengas 30 xDDD, bueno bonito blog, he leido un par xD y me agrada tu forma de expresarte jajajajaja tan latina con algo de ingles O.o!
Siento si hay faltas de ortografia xD, ya me uno al club =D xDD

Atzimba dijo...

Who the hell is Gary?

Nena: como siempre, etselso el post.

Nilbia dijo...

Gary, mano, faltas de ortografía, sí caray! pero bueno, qué bueno que te gusta mi inutilidad de blog y en cuanto a mi edad, es cierto, no tengo aún 30, los cumplo en exactamente 12 días,

no están emocionados por mi?

Atzi, las de 30 somos las más bonitas!

Trendy dijo...

Indudablemente, no seremos nunca de las que aman demasiado. No tenemos madera para eso. Por lo menos yo, mientras más me acerco a la treintena, más fría y calculadora me estoy poniendo. Menos limpio esta mi corazón y estoy menos lista que nunca para "amar". Ahora soy una asceta, pero espero corregir eso pronto.

Nilbia dijo...

Nada Camila, antes de ser de esas mujeres, bésame a mi. Y hasta en la soltería hay que tener estilo. Como tú.

Anónimo dijo...

Una vez fui con una psicóloga que me recomendó un amigo, de quien no daré su nombre para resguardar su intimidá, justo después de regresar de Mérida, cuando creí que necesitaba ayuda externa para entender cómo es que había sido capaz de hacer algo como lo que hice y para que me ayudara a descifrar hacia dónde quería ir. Esa mujer tenía un programa en Canal 11, sobre el tema de la psique humana. Pues nada, que la psicóloga me dejó leer un libro intitulado "mujeres que aman demasiado", eso fue en la primer consulta. Obedientemente lo compré y empecé a leer, a la página 10 me di cuenta que era una auténtica basura, lo tiré y nunca más volví a terapia.

Ya saben los adjetivos siempre tienen sus asegunes... amar "demasiado", cada quien tendrá sus límites y sabrá qué es "demasiado" para ella, pero lo que sí es que, como dice nuestra querida Nilbi, ese "demasiado" no puede ir más allá del amor propio. Estar enamorado sin duda es algo chingón y el motor de muchas cosas, pero para nada puede ser nuestra razón de existir porque entonces tu felicidad siempre dependerá del otro.

Agri

Nilbia dijo...

Por eso Agri, tú la luchona más capaz de todas. eres una de mis gurús...
atte, la peluse