viernes, 26 de marzo de 2010

Les feuilles vertes


Cómo pasa el tiempo. Hace unas semanas, como 2, les juro por Dios que me mira, que los árboles estaban desnuditos. Es más, hace como 4 aún nevó por última vez. Lo que es cuantimás, hoy hace un frío de la chingada. Por ello, y porque mis últimos 3 días han sido en la biblioteca o en los diferentes lounges de la NYU, hoy decidí volver a mi oficina favorita para terminar un examen que debo mandar antes de la medianoche... claro, mi cama y mi edredón.
Pues los árboles ya están verdes, y es una gran alegría. Ya el clima ha mejorado increíblemente. Ya sé que los expertos en New York han de decir que qué ok, esta pobre apenas conoce la ciudad, pero no no es eso, es la sensación de sentir el paisaje cambiar, es el resultado del tiempo que pasa. Cómo pasa de rápido además. Es como cuando notas los días más largos en verano, o cuándo la marea es más baja, simplemente es eso, cuando se cruza la naturaleza con las emociones.
Y cómo pasan los años. Muchas cosas importantes en mi vida tienen como fecha especial el triunvirato marzo-abril-mayo. Lo que es increíble es realmente como se van borrando sensaciones, sentimientos, emociones con el paso del tiempo. ¿Cuándo murió el Papa exactamente? ¿Hace 5 o 6 años? Esos días fueron el contexto mundial de mi mudanza a mi hogar en Tejocotes. Tengo un chistoso recuerdo: Camila tirada en mi único mueblo, un sofa cama bizarro de Iliana, en la sala viendo cómo arreglaba mis cosas y esperando a que pasara el tráfico porque por Felix Cuevas la gente estaba vuelta loco sólo porque por ahí andaba el papa movil.
Cuando por fin me enteré en marzo del año pasado que me venía a NY, la primera que crucé por las escaleras fue a Pau, y sólo brincamos y abrazamos al ver mi cara. Hace un año exactamente que empecé mi nueva etapa de soltera y quería poner unas fotos de mi primer día en La Paz, un día tristísimo para mi. Volé sola con Fede y aunque me la pasé rebien, aquel 1er día de Semana Santa fue tenebroso, fue como un pequeño soliloquio con mi asustado temoroso ser en caída. Te acuerdas Fede que te pedí que no me dieras tequila? Pasó lo que tenía que pasar, lo tomé y mala copa, pero fue genial porque nuestro amigo me enseñó a secarme las lágrimas. Cómo lloré.
Eso lo olvidé al día siguiente que dormiteaba en Balandra con los pies en una agua caliente y transparente. Me desperté pensando ¿por qué sufro teniendo esto? No evitas el sufrimiento porque ese tiene que salir, pero consciente que se irá. Cuando la naturaleza te pone un "hasta aquí".
Ya he hablado mucho de esto de la crisis, creo que es lo mejor que nos puede pasar aunque en ese momento todo sea oscuro y sin sentido. Todo esto lo digo por mi bella amiga, tierna y "savvy". Porque estoy convencida nena que nuevamente no hay nada más confiable que el tiempo, tu inteligencia emocional y tu propia fortaleza. Déjaselo al tiempo, y a las siguientes estaciones. Saca tu enojo, tu nostalgia, todo, total saldrá y ni contaminará.
Y como eres una afrancesada igual que yo, recuerda que: "le temps est un jour avide qui gagne sans tricher à tout coup, c'est la loi, souviens-toi". Y por ello tu y yo montadas en el tiempo ganamos. Y las hojas muertas también desaparecerán.

1 comentario:

Barbie dijo...

chérie, have i told you lately que je t'adore???!!

te estoy escribiendo un mail, en un rato te lo mando.

bisoussssss