viernes, 15 de enero de 2010

Uno de esos días

Hoy desperté tarde, y rumié. Qué rico es rumiar. Y me volteé y dije 10 minutos más. Eran las 9 20. Y luego de una hr más pensé, qué diablos si no tengo ninguna prisa en felicitar a don Coyote. Por fín desperté porque sonó mi celular. Decidí quitarme el maquillaje de anoche por medio de unas fáciles lágrimas, y volví a dormitear. Me volví a despertar una súbita caída de lluvia inexplicable y corta. Y había sol y luz. 
Salí y me puse a ver la tele súper tarde y en piyamas, y sin querer hacer nada. Y como hace frío, si uno no está tapado, o moviendo los pies, pues la ropa puesta se enfría y todo es malo. Es un círculo de frío, y quejas en mí. Las quejas, solían ser mi género favorito de la literatura. Sólo he tomado un jugo de naranja que me hizo mi linda madre a las 12am y ya. Venir a México ha sido toda una experiencia para mis sentidos, mis emociones, y mis órganos. Y para el estómago más, me duele por el atasque que he tenido a lo largo de estas semanas. Bueno, mi mamá se puso a hacer regalos para mis amigas en NY, les dije, ella siempre regala. 
Tengo un pie en NY y otro aquí. Tengo una lista de tareas ya acumuladas, de mails de amigos de Wagner con cantidades de planes de ayuda a Haíti, y tengo amigos que me cuentan de sus abuelas allá que no pueden encontrar, bueno. Chale. Tengo deudas que pagar por supuesto, y tengo pendientes como lavar toda mi ropa. Lo que no tengo es entusiasmo, ganas, valentía para meter mi cuerpo caliente a agua caliente pero en un baño frío. No tengo energía para pensar en cosas serias. Por ello, no tengo paciencia, pero tampoco energía suficiente para alterarme. 

Hoy dejaré que pase el día así nomás, con tranquilidad, porque hoy es uno de esos días. Uno de esos días que se rigen por un tono de hueva/confort/frío/tristeza/pocasatisfacción/vengalacomidahechapormamá.
Esos días en los cuales mi ex pareja y mi antigua ex roomate sabían muy bien que no quería nada, que no me tenía que dar nada, ni prestar atención pero tampoco cerrarme la puerta en la cara... Es decir, cualquier cosa que hiciera, nada me iba a gustar. Pero creo haber llegado a ser la Nilbia de esos días y la Nilbia consciente del estado demacrado anímico. Entonces me controlo lo suficiente. 
Pero hay algo más. Aunque sólo es uno de esos días. Debería vestirme para ir a comer con mi familia, y lo haré pero no cuenten conmigo para bañarme. 

1 comentario:

Gary dijo...

Ps que decirte, todos tienen sus dias hueva, jaja, esos dias en los que lo mas probable es que termines peleado con alguien, o algo que sele paresca, si lo mas rico del mundo es dormir jo jo jo, hablando de frio, ahora ya conosco al bastardo del que hablaste tiempo atras,xDD yo tambien siento cierto desprecio hacia el jajaja, lee un buen libro o ve una buena pelicula, no te compone el animo, pero ayuda bastante a que el dia pase rapido =D