sábado, 21 de noviembre de 2009

To love is so easy (balance #2)

Ahora que dedico mi tiempo perdido a revisar mentalmente mi base de datos de recuerdos, recordé  una canción que escuché por primera vez en el 2001.

Empecé a recordar más y más y me reía sola recordando cómo solía, como muchos, cachar canciones en la radio (en rock 101, o en 96.9 y en Radioactivo, y bueno lo admito, en Orbita!), y las grababa en mis cassettes. Pero a mí me duró más ese gusto porque mi papá nos prestaba el Sentra 2001 que sólo traía radio y cassette y porque como ya saben mucho, me da flojera la modernidad. Y si en el coche podía seguir escuchando mis canciones favoritas mal grabadas + comerciales + locutores, pues lo seguía haciendo. Algunos de mis amigos aún recuerdan mi colección de cassettes tirados por la parte trasera. Mi mamá no lo recuerda con tanto aprecio, je je.

Pues justo cuando pasé a modernizarme, empecé a hacer discos. Quién no lo ha hecho? Yo solía regalar eso, discos con canciones que yo seleccionaba. En los primeros tiempos, era Itzel quién me pasaba las canciones en CD, hablo de 1998 o algo asi- Pues unos años después, hice un cassette, ya saben del radio, obviamente. Tenía grandes canciones, yo creo que hasta Fede se acuerda de “my beautiful friends” de los Charlatans, “like fred Astaire” de James, o "Motorcycle emptiness" de los mmmm Manics. El siguiente lado tenía, entre otras, “Inside of love” de Nada Surf y una canción que me hizo volverme fan del super hispter Yo la tengo: “Our way to fall in love”. Ese cassette lo convertí en disco mientras hacía mi tesis durante todas las noches del 2003. Ese disco que luego alguien metió en su ipod bajo el nombre de Nilbi’s mind 2003 traía esa canción. 

Yo tengo varios discos de Yo la tengo (quería hacer una frase como esa nomás porque sí) y tienen canciones perfectas para una linda banda sonora (como dice mi amiga chilena Andrea) de una historia de amor por supuesto, y se llamaría como su canción My Little corner of the World. Pero hoy en un día de otoño tan lindo, mi soundtrack fue la otra. Sí, hoy mientras regresaba de Grand Army Plaza, decidimos pararnos un rato en una heladería preciosa y orgánica de Brooklyn, y disfruté de un helado de pistache y chocolate taradeando “Our way to fall in love”.

Llegué a buscar la canción. Y escuchar "Our way to fall in love" es como sí, recordar qué bonito es tener una ilusión. Es como un soplo de optimismo. A ver si funciona ésto, ehhhh:


Y ahora ya la escucharon, yo digo que pronto todas nos enamoremos y cantemos...

We'll try and try... even if it lasts an hour... with all our might, we'll try and make it ours. We're on our way to fall in love. Yeah on our way to fall in love. 

Y entonces lo hacemos nuestro. 

2 comentarios:

Atzimba dijo...

Atzimba likes this

Nilbia dijo...

Alguien traía vencida la licencia!! Y yo que sí tenía tuve que decir que yo iba manejando y ni sabía!!
Qué bonito país y mejores ciudadanos, eahhh!
un besote cuñis!